Todos los días hablo con Él y me ayuda a enfrentar los problemas cotidianos.
Empecé a perdonar a los demás y a mí misma, también Dios me ayudó a dejar atrás todo mi pasado que me lastimaba.
Ahora siento que todos los días son hermosos con el Señor, mi vida cambió totalmente a partir de darle mi vida a Él.

A menudo acudo a los grupos de hermanas y leemos la Biblia y compartimos momentos de charla y mates, le doy gracias a Dios porque me dió buenas amigas en las que puedo confiar.
Toda mi familia pudo ver un cambio en mí, ellos están contentos por estos buenos cambios.
Gracias a Dios mis ojos fueron abiertos y pude conocer al verdadero Dios que me ama y me cuida. Puedo decir que mi vida fue hecha nueva desde que lo conocí.
Gracias Señor.
Silvia Castell